Descripción de VERTIGO
Al principio, el planeta se volvió silencioso. Los primeros días del confinamiento, en marzo de 2020, buscábamos una manera de superar el agobio: el futuro parecía invisible. Cada mañana escribí un poema para compartir mis emociones con otra escritora inglesa de Buckinghamshire. Las dos hemos escrito sin parar, ella en inglés y yo en castellano e inglés. Los días pasaron más deprisa y me relajé contando mis actividades, mis pensamientos más profundos, mis encuentros y la esperanza de ver la luz al final del túnel. La luz apareció, poco a poco, en la creatividad cotidiana. Estuve contenta, sola con mis poemas. Me encontré bien, feliz de estar viva, de tener la suerte de poder admirar la naturaleza. De repente entendí lo que significaba el bienestar y una nueva forma de felicidad. Gracias al confinamiento, me escapé de mi cueva oscura para abrazar la vida.